A Gerard Farrés y Armand Monléon se le multiplican las dificultades. Si ayer un fallo en el turbo les hizo perder 36 minutos en el inicio de la tercera etapa, en la de hoy, un problema eléctrico que arrastran desde el segundo día de carrera ha vuelto a echar por tierra su gran comienzo de Dakar.
La pareja del Monster Energy Can-Am ha vivido una pesadilla de etapa. Tras el susto que tuvieron los catalanes en la jornada de ayer, estaban convencidos de que hoy sería su día y que podrían resarcirse con una buena actuación. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque han comenzado muy bien, ya que a su paso por el primer way point eran terceros, no han tardado en arreciar los problemas en su Side-by-Side. En esta ocasión, a partir del kilómetro 30 de la especial.
“El coche se nos paraba, nos entraba en modo fallo, y no podíamos pasar de 80 km/h. Es el mismo problema que tenemos desde hace dos días, debe ser algún tema eléctrico, que provoca un fallo de motor y se para. Un drama”,
reconocía el piloto español. El problema se ha extendido durante los más de 300 kilómetros cronometrados restantes:
“Ha sido muy complicado de gestionar psicológicamente y muy duro de aceptar, no podemos tener más mala suerte”,
se lamentaba.
Al llegar meta, Gerard Farrés se había dejado casi 45 minutos, una pérdida que sumada a la de ayer compromete todavía más sus aspiraciones en la general de SSV / T4, en la que continua en décima posición, pero a 1 hora y 25 minutos del líder.
“Estamos muy desanimados porque detrás hay el esfuerzo de mucha gente, también el nuestro. Ojalá que para mañana pueda estar resuelto, pero de la etapa de hoy poco se puede rescatar de positivo”,
ha indicado.
A pesar de la complicada etapa que les ha tocado vivir, Gerard Farrés y Armand Monleón todavía han tenido aliento para detenerse a ayudar a Cristina Gutiérrez y François Cazalet, que se habían quedado encallados en una duna. Lamentablemente, al no tener suficiente potencia en su Side by Side, no han podido rescatarlos. En cualquier caso, ha sido un bonito gesto que la piloto burgalesa les ha agradecido al acabar.
Mañana, el Dakar continua hacia el norte en una etapa larga, con 456 kilómetros contra el reloj, en la que se prevé que las dunas y las rocas vuelvan a cobrar especial protagonismo. Gerard Farrés, si consigue subsanar los problemas de su buggy a tiempo, espera que ésta sí sea la etapa en la que pueda resurgir tras dos días muy complicados.
Comunicado Oficial